Terapias grupales
Ayudan a las personas que están bajo tratamiento a modificar sus actitudes y comportamientos. Como resultado, los pacientes son capaces de afrontar situaciones de estrés y varios factores desencadenantes que podrían causar una recaída. Las terapias también pueden aumentar la eficacia de los medicamentos y ayudar a que el paciente continúe con el tratamiento durante más tiempo.
Uno de los aspectos cruciales es la intervención que debe realizarse a la familia. Pueden encontrarse situaciones en que esta haya perdido toda la credibilidad en la posibilidad de recuperación de su familiar, que genera una posición negativa y de rechazo inicial a la posibilidad de éxito en el tratamiento.